Dia 2 en el West Coast Trail

Dia 2 en el West Coast Trail

Martes, Septiembre 13
30826 pasos = 16.65 km
Thrasher to Camper

Dormí muy bien, salí de mi tienda casi entusiasmado de lo bien y descansado que me sentía. Habíamos acordado iniciar nuestra caminata alrededor de las ocho, eran como las seis y media y ya mis compañeros se habían levantado y estaban calentando agua para tomar cafe y el desayuno, ya habían ido a traer todas las bolsas de comida. Me prepare mi cafe instantáneo de Starbucks (bastante bueno) y me prepare mi avena con frutas secas - excelente desayuno. Prepare en una pequeña bolsa de plástico mi lunch para el día: galletas con queso, un cuadrito de carne seca de pollo (no sabia mal), nueces y una barra de frutas. Ahora a recoger el campamento, tarea que me llevo mucho mas tiempo de lo que esperaba, mis compañeros terminaron mas rápido que yo y me tuvieron que esperar - aprendería que antes de salir de la tienda por la mañana, debo de empacar mi colchón y bolsa de dormir para agilizar el proceso.

Era importante salir temprano ya que este segundo día incluía un tramo largo por la costa y era fundamental que lo hiciéramos con la marea baja de lo contrario no había forma de pasar en un par de puntos y no alcanzaríamos a caminar sobre lo que se conoce como las "repisas" que solo son transitables con la marea baja. Salimos como a las ocho y media, un poco apurados porque se nos hacia tarde. La primera parte del trayecto incluía lo que ellos llamaban los "boulders" que son grandes rocas junto al mar, que hay que ir rodeando, escalando, saltando y lo que sea para ir avanzando, debe de ser al menos un trayecto de unos tres kilómetros, para hacer aun mas complejo el trayecto, muchas de estas piedras y troncos debido a la humedad y las algas son bastante resbalosas por lo que hay que ir con mucho cuidado para no caer. Los 20 kilos de carga no facilitan para nada el transitar por estas grandes rocas resbalosas y no tarde mucho en caer por completo por primera vez, no me lastime, pero si caí por completo sin control alguno, inclusive mis compañeros que vieron mi caída (pues iban adelante de mi y se detenían cada tres o cuatro minutos para ver como iba) se espantaron un poco y me preguntaron si estaba bien. No paso a mayores, solo el susto de resbalar y perder completamente el balance y con el peso extra caer como costal de papas. Seguimos avanzando, pero ahora yo con mucho mas cuidado y por lo mismo en forma mucho mas lenta.


Nuevamente las dos parejas de alemanes nos alcanzaron y nos rebasaron, seria la ultima vez que veríamos a una de ellas ya que su plan era terminar toda la ruta en 6 días, nosotros planeábamos hacerlo en 7. Llamo nuestra atención que esta pareja no utilizaba botas de excursionismo, que prácticamente todos los demás utilizamos, ellos llevaban zapatos tenis, muy bonitos y llamativos, por supuesto de la marca adidas (como buenos alemanes), pero fue algo que llamo nuestra atención y que comentamos en el trayecto del día anterior cuando los conocimos. Quién sabe cómo les iría caminando por las zonas lodosas, pero sobre las piedras se veían muy seguros y confiados.

Pronto los perdimos de vista, nuevamente sentí gran frustración al ver que avanzaban muchos más rápido que nosotros, no me cabía en la cabeza que ante la gran dificultad de las rocas se movieran con tal agilidad.

Mis compañeros iban por delante y de vez en cuando se detenían para mirar como me iba, pero cada vez se abría más la distancia entre nosotros. Hubo un tramo en el que había muchos troncos entre las piedras y en ocasiones era mas sencillo caminar sobre de ellos que sobre las piedras, aunque representaba un mayor peligro ya que había que mantener el equilibrio sobre el tronco para no caer ya que la altura era considerable y el peso adicional no facilitaba la situación; vamos, hubo una ocasión en la que de plano tuve que cruzar un tronco a gatas para sentirme mas seguro y evitar una caída.


No me cabía en la cabeza que no pudiera avanzar mas rápido, no podia creer que mis compañeros y los benditos alemanes tuvieran mayor habilidad que yo para caminar sobre las piedras, yo que siempre me he considerado bastante atlético y ágil estaba pasando las de Cain para seguir avanzando.

Hundido en mis pensamientos y frustraciones internas seguí poniendo mi mayor esfuerzo hasta que en el paso entre un grupo de piedras húmedas resbale completamente y perdí el equilibrio sin posibilidad alguna de sostenerme o recuperarlo y caí completamente de espalda, los pies se me fueron por delante y termine boca arriba con la mochila incrustada en un hueco entre las piedras, se hizo un silencio en mi interior y por algunos segundos perdí la noción de lo que sucedía. Sentí un fuerte golpe en uno de mis brazos, pero nada mas. Milagrosamente mi cabeza no había golpeado con una piedra ni mi espalda, la pesada mochila había servido de protección para evitar cualquier daño. Estaba en shock, tarde algunos segundos en recuperar la conciencia de lo que sucedía, recuerdo claramente que pensé - me resbale, pero estoy bien, no pasa nada. Finalmente, intente levantarme. No podia moverme, estaba completamente "atorado" entre las piedras y no me podia mover. Me asuste pues no sabia si era que estaba atorado o algo le sucedía a mi cuerpo que no me respondía. Después de un par de intentos sin obtener resultado alguno y tragándome el orgullo decidi pedir ayuda y gritarle a mis compañeros. Grite los mas fuerte que pude el nombre de uno de ellos, no hubo respuesta, entre que iban bastante mas adelante que yo, el ruido de las olas del mar chocando contra las piedras, el ruido del viento y demás ruidos naturales - no me escucharon. Me encontraba completamente de espaldas con los brazos y las piernas hacia arriba - tal cual como una tortuga sobre su caparazón - y sin poder realizar movimiento alguno. Cuando me di cuenta que de plano nadie iba a venir a ayudarme tome conciencia de que tenia que salir por mí mismo del atolladero, no había opción. Recuerdo que realice un grandísimo esfuerzo para tratar de voltearme y finalmente lo conseguí, de forma tal que pude incorporarme nuevamente, milagrosamente sin dolor o lesion alguna, no daba crédito que no tuviera dolor en la espalda ya que fue con esta con lo que primero golpee al caer. Respire profundo, y con mayor cuidado aun, segui avanzando.

El suceso me causo un profundo sentimiento de inseguridad, si hubiera podido decidir no continuar; lo hubiera hecho, pero no era posible, ya había avanzando al menos por dos horas sobre las piedras y no me iba a regresar para buscar una ruta alterna y tampoco había otra salida, tenia que continuar y superar el miedo que sentía de volver a resbalar. Fueron momentos muy difíciles en los que sentí una gran impotencia, no recuerdo haberme sentido de esa forma antes.

No había alternativa, tuve que seguir adelante. Puse extremo cuidado a cada paso que daba y con paso vacilante alcance finalmente a mis compañeros que tenían no se cuánto tiempo esperándome. Les narre brevemente el accidente y continuamos avanzando juntos hasta que llegamos finalmente al punto en que terminaban las piedras e iniciaban las repisas o plataformas; grandes placas de piedra plana por las que se puede caminar de forma relativamente sencilla, normalmente cubiertas completamente por agua; sin embargo, con la marea baja quedan al descubierto y permiten caminar sobre de ellas.

El punto en donde terminan las piedras se conoce como Owen Point, es una pequeña punta de tierra que entra al mar que forma una pequeña caverna que normalmente esta bajo el agua, pero que con la marea baja es posible atravezar y salir al otro lado en donde inician las plataformas. Este era el punto que queríamos alcanzar antes de que la marea volviera a subir ya no que no nos hubiera sido posible cruzarlo. Muchos excursionistas no tienen la suerte de contar con la marea baja cuando cruzan por esta sección y tienen que tomar la ruta por el bosque, perdiéndoselos el espectáculo que presenta Owen Point. Me arrepiento de no haber tomado mas y mejores fotos en este punto - todavía estaba en shock, y lo único que realmente deseaba era cruzar al otro lado y terminar con las piedras.


La anterior no es una foto mía, la tome de Internet, pero muestra la caverna y su impresionante belleza. Nuestra foto es un selfie, no se aprecia muy bien la caverna, pero algo se alcanza a ver de la misma.


Pasando Owen Point, nos sentamos en la primera plataforma que encontramos y comimos nuestro lunch, recuerdo que para subir a la plataforma que no era mas que una gran roca plana había que brincar por lo menos un metro para poder alcanzarla, por lo que había que quitarse la mochila ponerla sobre la plataforma para que después pudiera uno brincar hasta esta con mayor facilidad, mis compañeros no tuvieron gran problema en realizar esta tarea, son un poco mas altos que yo y eso les facilito dar el brinco y alcanzar la plataforma. Yo lo intente un par de veces y no lo pude lograr, fue necesario la ayuda de uno de ellos desde arriba para jalarme y poder subir a la piedra - me sentí de los mas inútil y falto de agilidad, creo que me encontraba demasiado estresado debido al episodio de la caída y eso me tenia tenso aun y no me permitía moverme con la misma agilidad natural de siempre. En fin, comimos lunch ya con la seguridad de haber alcanzado Owen Point antes de que subiera la marea y ahora nos esperaba una larga caminata sobre las plataformas para después volver subir al bosque y continuar desde por ahi el trayecto.

Sobre las plataformas se presenta un fenómeno conocido como canal de oleadas (surge channel), estos canales no son mas que una angosta entrada de mar entre dos plataformas, la mayor parte de ellos es de tan solo unos centímetros y simplemente hay que dar un paso largo para poder pasar sobre de estos; sin embargo, hay algunos canales un poco mas anchos los cuales solo se pueden pasar cuando la marea esta baja ya que no es posible saltarlos y hay que descender en el canal para alcanzar la otra orilla y también por supuesto, existen los canales que ni con la marea baja es posible cruzarlos por lo que es necesario subir al bosque para continuar con el recorrido. Debido a estos canales y a las mareas, hay dos opciones para subir al bosque, afortunadamente nuestra planeación nos permitió utilizar la segunda opción que es mucho mejor ya que es mas fácil avanzar sobre las plataformas que por el bosque, sobretodo porque esa zona es muy fangosa lo que dificulta en gran medida la caminata.

Aun así, nos toco cruzar un canal bastante ancho que aunque contábamos con la marea baja, nos costo mucho trabajo atravesar - hubo que quitarse las mochilas, pasarlas a un punto intermedio del canal, bajarlas al otro lado de este y volver a subirlas al otro extremo del canal, se escucha sencillo pero nos tomo poco mas de una hora realizar la tarea.


De hecho, la razón por la que hay que subir al bosque es debido a que hay un canal que es imposible cruzar, independientemente de si la marea esta baja o no; sencillamente, no hay forma. Las plataformas continuan al otro lado del canal, desafortunadamente ya que sube uno al bosque, debe de continuar por ahi debido a que no hay forma de regresar nuevamente al nivel del mar, así se ven desde arriba las plataformas:


De regreso en el bosque la caminata fue muy diferente al primer día. Ahora caminábamos sobre una superficie plana, ya no de subida y aunque presentaba varios obstáculos el simple hecho de no tener que ir subiendo hacía una gran diferencia. Habíamos recorrido tan solo 5 kilómetros entre las piedras y las plataformas y ahora de regreso en el bosque el plan era recorrer 7 kilómetros mas para llegar al nuevo campamento: Cullite. Apenas había iniciado el tramo del bosque y ya me sentía muy cansado, yo creo que mas que fisicamente, mentalmente estaba agotado después de haber tenido que sobreponerme mentalmente a todos los obstáculos y caídas en el trayecto. No veía la hora de llegar al campamento, la verdad es que no tenia conciencia de la distancia que faltaba por recorrer, para mí ya había transcurrido bastante tiempo y deberíamos de llegar pronto. El camino presentaba nuevos obstáculos, había tramos enlodados por los que había que cruzar lo que dificultaba el trayecto o había que cruzar por troncos haciendo equilibrio para llegar al otro extremo.


Llegamos a un campamento intermedio, todavía a 4 kilómetros de nuestro destino planeado para este día, me imagino que el nivel de agotamiento que presentaba era bastante evidente pues mis compañeros me preguntaron que si prefería acampar aquí o si aguantaba los 4 kilómetros faltantes, no dude un solo momento, acampemos aquí! Así que cambio de planes, acamparíamos en Camper en lugar de Cullite aunque esto implicaría que el siguiente día seria un día aun mas largo de lo planeado para poder recuperar lo perdido en el día de hoy - no me importo en los absoluto, yo solo quería descansar. Para llegar a Camper había que cruzar un rio de unos cuarenta metros de ancho para lo cual existe una especie de teleférico manual que cruza el rio suspendido de un cable a una altura de uno quince metros sobre el rio con plataformas a cada extremo desde donde se sube o se baja según sea el caso del pequeño "carrito" que en un inicio por simple gravedad se desplaza hacia su destino pero que a la mitad del trayecto hay que jalar usando un cable para poder hacerlo llegar al otro extremo. Usar el teleférico es complicado y representa un reto físico adicional, así que mis compañeros decidieron en esta ocasión no utilizarlo y cruzar el rio saltando entre las piedras del mismo hasta la otra orilla (encontraríamos teleféricos en nuestro camino mas adelante). Cruzar el rio no fue tan sencillo, pero lo escaso del flujo de agua sobre de este no ameritaba el uso del teleférico así que de una u otra forma cruzamos el rio caminando. Llegamos al campamento y elegimos una posición cercana al rio y un poco alejada del area en que se encontraba el mayor numero de excursionistas acampados. Armamos nuestras tiendas, abastecimos nuestros contenedores de agua y nos sentamos a descansar, a preparar los alimentos y a comentar las experiencias del día. Gran sorpresa me lleve al desempacar mi mochila y descubrir que mis preciados recipientes de plástico para la limpieza de mis utensilios estaban completamente rotos, totalmente destruidos los dos. En mi caída sobre las piedras y aterrizar de espalda sobre mi mochila, claramente el mayor impacto o al menos el primer impacto lo recibieron mis recipientes, que prácticamente estallaron con el impacto - seguramente de algo sirvieron para amortiguar el golpe y evitar en alguna medida que yo me lastimara.

La sobremesa fue muy divertida platicando mi anécdota de haber caído y terminado como tortuga sobre su caparazón y recordando el tremendo esfuerzo que me costo levantarme nuevamente. Había sido un día verdaderamente difícil para mi, el reto había superado mis expectativas, comentaba con ellos que hacia muchísimo tiempo no sentía el grado de impotencia que sentí cuando caminábamos sobre las piedras. Ese sentimiento lo había tenido muchos años atrás en la universidad cuando presentando un examen de alguna materia de calculo o algo similar al leer el problema a resolver simplemente no tenia la mas minima idea de como hacerlo, vamos no me podia ni siquiera imaginar que pasos seguir para poder tratar de resolver el problema por lo que me entraba ese sentimiento de impotencia en el que sabia que reprobaría el examen y no había poder humano que me pudiera ayudar y sacar del atolladero, tendría que repetir la materia. Y pues si, en esa situación no había salida alguna, no me iba a iluminar repentinamente el espíritu santo para resolver el problema, era una cuestión intelectual que no tenia solución, simplemente no estudie y no había forma de aprobar el examen. En esta ocasión el sentimiento era el mismo, aunque el problema era de tipo físico; sentí que no podia avanzar mas, la dificultad de caminar sobre las rocas, el peligro de estas, el miedo, me llevaron a sentir esa misma impotencia y la sensación de estar perdido y sin forma de solucionar la situación. La diferencia es que en esta ocasión si es posible sobreponerse mentalmente al reto y convencerse a uno mismo que si puedes y debes continuar caminando ya que es la unica solución al problema. Supere el momento, pero fue sin lugar a dudas realmente difícil.

Si por mi fuera, hubiera dedicado el resto de la tarde a descansar y a tomar te con galletas. Pero mis compañeros sugirieron que caminaremos hasta el mar para ver como se veía este. No era mucho caminar al mar, pero había que hacerlo sobre los cantos rodados del rio lo que no resultaba muy placentero, pero me sume al grupo y fui con ellos al mar. No me arrepentí, quizás fue una de las vistas que mas me impactaron del viaje, el rio baja del bosque y se forma un pequeño estuario a su llegada al mar, a ambos lados del estuario hay grandes paredes de roca contra las que se estrellan las olas del mar y al fondo el bosque con el pequeño rio serpenteante - impactante.

Bromeaba con ellos y les decía, que si pudiera, me compraría una propiedad ahi y me quedaría a vivir, en serio, lo haría. Mi panorámica no le hace mucha justicia a la belleza del lugar.